Hacía semanas que muchos no quitaban el ojo del cielo. Tardados. Nerviosos. Las primeras lluvias del otoño han hecho acto de presencia y, con ellas, se viene arriba el ánimo de muchos aficionados a la micología. Preparan cestas, navajas, estudian el terreno, consultan guías y se lanzan al campo en busca del preciado tesoro. Rincones secretos que un “setero” que se precie jamás desvelará.

Por su situación geográfica y su clima, Navarra se ha convertido en un paraíso para los amantes de las setas. Un destino ideal para el turismo micológico.

Y nuestras casas rurales de agroturismo, el campo base perfecto para disfrutarlo en familia o con los amigos. Nuestros montes y bosques acogen ejemplares muy valorados: perretxikos, illarrakas, níscalos, trompetas de los muertos, rebozuelos… Y, cómo no, el hongo beltza, que se oculta en otoño en robledales, hayedos y castañares.

Campos, montes y bosques en los que poder disfrutar buscando, encontrando, fotografiando y cogiendo setas —solo en los lugares autorizados—, así como otros frutos de árboles y arbustos, como nueces y castañas.

Setas, hongos y otros frutos del campo y los bosques

Este tipo de experiencias que combinan naturaleza, deporte y gastronomía son una de las favoritas para los visitantes de nuestros alojamientos. Madrugar un poquito, calzarse las botas, perderse (metafóricamente hablando) durante la mañana por el bosque, oxigenarse, almorzar (un buen tentempié que no falte) y, ya de vuelta, con la cesta más o menos llena, liarse la manta en la cocina mientras te sirves un buen vino; navarro, por supuesto. 🙂

¿Qué no eres un gran chef? No hay problema. Unas croquetas de hongo, un revuelto de boletus, unos níscalos a la plancha o un risotto de perretxikos están al alcance de cualquiera. Y si no, ahí está “Ok Google” para resolver cualquier duda que tengas. ¿No se te hace la boca agua?

Eso sí, si eres un “setero” novato, no olvides nunca algunos consejos básicos. Asegúrate de conocer la ruta que vas a seguir y, mejor, hazlo acompañado. Lleva buen calzado, bastón, navaja y una cesta apropiada, que permita a las setas seguir transpirando. Y, sobre todo, recoge solo aquellas que vayas a consumir y jamás te lleves a la boca un ejemplar del que no estés seguro.

En Navarra ya está abierta la temporada. Te sugerimos como punto de referencia si estás empezando en ésto el Parque Micológico Ultzama, que precisamente este otoño cumple diez años. Ofrecen formación, salidas y en su web localizarás muchísimo contenido útil.

También puedes disfrutar de senderos micológicos con itinerarios señalizados en la Valdorba, por ejemplo. Y si vienes por estas fechas siempre encontrarás eventos como la fiesta que cada año organiza la Cofradía de Hongos y Setas en Elgorriaga o múltiples jornadas en localidades navarras, cuyos restaurantes incorporan menús especiales.

Apetitoso plato preparado por la Cofradía de Hongos y Setas de Navarra (Foto: Diario de Navarra)

Una curiosidad. ¿Sabes que la representación gráfica más antigua de un hongo se ha encontrado en una pintura mural de la tumba del faraón egipcio Amenemhat, allá por el 1.450 antes de Cristo? Eran listos estos egipcios. Bien pensado eso de llevarse alguna delicatessen micológica para alegrar el alma en la otra vida.