Huerta y vistas de casa rural Etxeberria

Muchas personas están intentando cambiar el “chip”. Hartos del estrés y la falta de tiempo para uno mismo, tratan de sustituir las prisas por tranquilidad, la ansiedad por equilibrio y el exceso de información por silencio. Buscan nuevos modelos de ocio y aquí es donde el agroturismo encaja como anillo al dedo.

El turismo rural ha crecido en España más de un 30% en la última década. Siguen subiendo como la espuma las propuestas “eco”, “bio”, “slow”… Si les habláramos a nuestros bisabuelos de “slow food”, seguramente nos pondrían cara de póker. Pero esta forma de cocina inteligente ya la practicaban ellos por puro sentido común: productos naturales procedentes de su entorno, recetas locales y mucho mimo en las cocciones.

En ABELORE nos encanta mantener viva esta filosofía. En Navarra contamos con una biodiversidad única que nos permite desarrollar un modelo turístico sostenible que pone en valor nuestra riqueza natural. Y este compromiso lo adquirimos también con nuestros visitantes, a los que acogemos en nuestras casas y les mostramos la actividad cotidiana del mundo rural. Así, la actividad agraria, ganadera o artesana forma parte de la experiencia.

No es fácil clasificar a los turistas que se alojan en nuestras casas rurales de agroturismo, pero la gran mayoría sí busca ese punto “eco”, “bio” y “slow” en su estancia.

Vacas en el prado cerca de casa rural Eltson Etxea

¿Te identificas con alguno de estos perfiles de turista?

• El generalista: viene para disfrutar del contacto con la naturaleza y necesita realizar actividades sencillas, como excursiones, escapadas culturales y actividades de agroturismo.
• El familiar: llega siempre con el maletero a tope, quiere desconexión y esparcimiento para los niños. Demanda actividades lúdicas, pero educativas al mismo tiempo. Por eso las visitas a las granjas, la elaboración de productos o el cuidado de la huerta les seduce tanto.
• El especializado: busca practicar aficiones muy concretas, relacionadas con la fauna o la flora. Desde la observación de aves (en Navarra, hay doce espacios recomendados para ello, algunos muy cerca de nuestras casas), hasta la recogida de setas.
• El activo: para las siete de la mañana ya está en danza. No quiere desaprovechar un minuto para hacer lo que más le gusta, practicar deporte y actividades físicas en paisajes de ensueño. Como complemento, demanda gastronomía variada y natural.
• El contemplativo: un buen libro y la chimenea encendida es suficiente. Para ellos, el paraíso es descansar, relajarse, disfrutar de un breve paseo y de las panorámicas desde la casa.
• El grupo: por suerte, buena parte de nuestras casas tienen capacidad para muchas personas. Una gran ayuda para organizar grandes encuentros familiares y con amigos, en los que la prioridad es una mesa amplia y baños para todos.

Da igual en qué grupo te encuentres. Probablemente en varios.

Si necesitas más tiempo “off” que “on”, si cada vez te preocupa más lo natural, si buscas oxígeno, biodiversidad y conexión con el entorno, te estaremos esperando.

¿Qué casa rural necesitas para tu próxima escapada “eco”?